sábado, 25 de abril de 2009

DISONANCIA COGNITIVA

Cuando actuamos distinto de lo que pensamos...

El Profesor neoyorquino León Festinger estudió y tradujo a una teoría psicológica que publicó en 1957 con el nombre de The Theory of Cognotive Dissonance (La Teoría de la Disonancia Cognitiva). Por “disonancia cognitiva” llama a la contradicción arriba descripta entre el conocer-pensar y el obrar, contradicción que produce una verdadera molestia al hombre, y que concluye que “debe existir después de que una persona haya tomado una decisión entre dos posibilidades cuando ambas [le] son atractivas”1- (pues, como dijimos, el hombre busca un bien en su obrar). Según este psicólogo se busca que esta disonancia sea reducida mediante un cambio en la acción (lo cual podríamos llamar más honesto y congruente) o en el pensamiento, y a falta del primero se da éste, lo cual es muy común: cambiar la opinión para que concuerde con el actuar, en lo cual se busca la tan ansiada justificación que dé alguna coherencia a sus actos.

Este cambio de opinión no es necesariamente total desde el principio, pero el neoyorquino señala que siendo total es que más se reduce esta disonancia. Festinger menciona algunas cosas en particular con las que el hombre se las rebusca para disminuirla sin tener que cambiar de opinión, pues, como fue demostrado en un experimento que cita, si la gente encuentra otro recurso menos drástico y más sutil para hacerlo recurrirá a éste antes que a aquél. Estas cosas pueden ser una recompensa considerable por determinado comportamiento cuya ejecución evitaría de seguir exactamente sus principios u opiniones, también el deseo de impresionar bien a una persona, o el de evitar una situación desagradable.

Yendo a la teoría en sí en lo que respecta de las comunicaciones, Festinger afirma que una persona, al buscar reducir sus disonancias, acude a aquéllas que la favorezcan en este sentido y rechazará aquéllas cuya influencia aumente las disonancias. Esto es lo que muchas veces decimos vulgarmente “canta las cosas como son, no como la gente quiere escuchar”. Así es que elegirá el programa o el artículo que le dé la razón en ese acto que su pensamiento rechaza.

Un ejemplo en la vida diaria podría ser:
· Cuando una persona se dice no ser celosa pero frente a una situación donde ve a su pareja platicando con una mejer hace notar sus celos haciendo un gran alboroto a su pareja.
· Cuando desimos que estamos a dieta y que no comemos harinas o frituras y mas tarde nos ven comiéndonos unas tostadas.
Estamos actuando de manera contraria de lo que pensamos.

1 comentario:

  1. Nuevamente muy completa tu aportacion sobre la disonancia cognocitiva te felicito nuevamente.
    Solo una pregunta Que estrategias concretas utilizamos para reducir la disonancia cognocitiva en el siguiente caso: sabemos que el fumar es dañino para la salud sin embargo lo hacemos (algunas personas.
    Nuevamente un saludo y estamos en contacto.

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