PREJUICIOS
Una de las perfecciones de la personalidad la alcanza aquel que consigue eliminar los prejuicios. Ser capaz de juzgar siempre en razón del conocimiento y abstenerse de hacerlo cuando no se tienen datos para asegurar un grado suficiente de certeza es la virtud que distingue a los prudentes. El prejuicio, como su nombre indica, es la idea de razón construida como un pseudojuicio en la que se estiman como ciertas conclusiones que no se han sometido en la mente al contraste de las condiciones de verdad que contienen, o bien porque no se analiza la coherencia del conocimiento adquirido por la correcta relación de las ideas, o bien porque las percepciones son insuficientes para poder aseverar la razón en el juicio.
La defectividad de la personalidad por el prejuicio no afecta tanto a la ligereza con que alguna vez se formulan juicios inconsistentes, sino en que ello se consolide como hábito mental de modo que como norma se establece esa fase inperfecta como el término del propio juicio. La dificultad estriba en que al prejuicio se le concede una categoría definitiva que no le corresponde y por tanto se desconoce la pertinacia del error.
El prejuicio se opone a la duda en la valoración de la inconsistencia posible del conocimiento. Mientras que la duda se fundamenta en que del análisis del conocimiento se sigue el contraste entre lo cierto y lo incierto que el mismo contiene, lo que conduce a su verificación y ampliación, en el caso del prejuicio se da por cierto poder juzgar sobre un conocimiento incipiente aduciendo que la parte de desconocimiento que pudiera afectarle se suple por la propia experiencia sin necesidad de contraste con la realidad.
No es extraño que los prejuicios arraiguen en la personalidad de muchos ciudadanos en virtud de herencias culturales o prevenciones raciales o religiosas. Cuando se estimula en la familia la consideración de las cosas en virtud de la tradición y no de como las cosas realmente son, enseñando a observar metódicamente los comportamientos sin que se propicie el análisis del por qué y el cómo, necesariamente se fomenta el prejuicio, pues todo aquel comportamiento que no esté perfectamente integrado en esos cánones será considerado como un alteración sin entrar a valorar causa o razón
viernes, 3 de abril de 2009
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Hola Yessica
ResponderEliminarMuy interesante tu trabajo sobre el prejuicio. Si pudieras ahondar un poco más en relación a las estrategias para enfrentar y superar los prejuicios, seria de mucha utilidad.
Un saludo y sigamos aprendiendo a través de esta estrategia de aprendizaje.
Muy buen blog
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